martes, 10 de abril de 2007

No nos confundamos

En el post anterior trataba los distintos tipos de blogs que podemos encontrarnos "a lo largo y ancho" de la blogosfera. Veíamos que podían ser de temáticas muy dispares y de autoría personal/individual o colectiva. Es preciso añadir otra clasificación más, que tiene en cuenta el tipo de información que contiene el blog. Así, podemos destacar fundamentalmente tres tipos: los blogs personales, los de actualidad informativa, y los creados especialmente para cubrir un hecho concreto de esa actualidad.

Sin ser muy estrictos en sus definiciones, podemos deducir qué tipo de información deberíamos encontrarnos en cada uno de ellos, a saber: en los primeros, información variopinta y a libre elección por parte del autor; en los segundos, información interpretada de la actualidad; y en los del tercer tipo, información acerca de un hecho concreto.

Los blogs destinados a cubrir un determinado hecho de actualidad (por ejemplo un acontecimiento deportivo de relevancia como un Mundial, unas elecciones o la Guerra de Irak), por lo general acaban configurando una especie de diario del periodista que se encarga de dicha tarea, y que actúa casi siempre en calidad de corresponsal o de enviado especial (según la duración del hecho en cuestión). Este formato no da lugar a ningún tipo de confusión, puesto que basta con no introducir información que no tenga que ver con el acontecimiento para ser fiel al tipo de blog.

Sin embargo, sí se produce confusión con los otros dos tipos. Los periodistas deberían tener cuidado con lo que publican en sus blogs por una sencilla razón: para hacer opinión barata ya están los ciudadanos no profesionales. Si un periodista crea un blog de actualidad debe ofrecer información de actualidad, con sus interpretaciones y sus opiniones, pero lo fundamental es que ofrezca una información más o menos extensa y bien construida, incluso reportajes, como si la hiciera en otro soporte. Tales condiciones no aparecen en algunos supuestos blogs de actualidad, como el caso de Jameslog 3.o.

Como también decía en otro post anterior, vuelvo a repetir que periodista no es cualquiera, y que precisamente por eso los profesionales deberían distanciarse lo máximo posible para evitar que él ejercicio periodístico como oficio sea puesto en cuestionamiento.


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